Agentes de la Policía Local de Navalcarnero han detenido a una pareja, que fue sorprendida tras sustraer más de 30 sillas de establecimientos hosteleros de la localidad, una modalidad de hurto que ha proliferado por varios municipios de la región.
Los hechos tuvieron lugar en la madrugada de este lunes, cuando sobre las tres los agentes locales observaron desde la central del sistema de videovigilancia municipal a dos personas, un hombre y una mujer, «en actitud sospechosa en la plaza de Segovia», una de las zonas más céntricas del municipio.
Tras desplazarse al lugar una patrulla para realizar las comprobaciones pertinentes, vieron a una mujer «bastante nerviosa» que manifiestaba que «se encuentra dando una vuelta», sin aparecer, en ningún momento, el hombre que se veía junto a ella a través de las cámaras de seguridad.
Ante su actitud sospechosa, los agentes procedieron a comprobar la furgoneta que conducía, encontrando a un hombre escondido en su interior, con cuatro pilas de ocho sillas cada una, que presuntamente acababan de sustraer de algún establecimiento hostelero de la localidad.
En los últimos meses, varios establecimientos de Navalcarnero han sido víctimas de esta modalidad de hurto que han proliferado por toda España, con varias mafias implicadas a las que sigue los pasos la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Los arrestados han sido puestos a disposición judicial y se investiga si tienen relación con otros hurtos que se han sucedido en los últimos meses tanto en la propia localidad de Navalcarnero como en otras localidades de la región, como en Alcorcón, donde las últimas semanas han denunciado el robo de más de 1.0000 sillas.
La mayoría de denuncias coincide en un mismo ‘modus operandi’: los delincuentes actúan de madrugada, cuando los locales están cerrados, y con ayuda de cizallas cortan las cadenas que agrupan las sillas y mesas, fundamentalmente de la terrazas, para llevarse el mobiliario en grandes vehículos.
Además de las mesas y sillas, los hosteleros han denunciado también robos de sombrillas de terrazas y de sus soportes, que tienen un valor considerable, especialmente en elementos de aluminio, susceptibles de ser fundidos y reutilizados.
Por este motivo, desde la Policía no descartan que estos robos estén relacionados con los sucedidos en noviembre pasado en varios bares y restaurantes de Coslada y San Fernando de Henares, donde también denunciaron cómo por la noche les desaparecían las sillas apiladas y encadenadas de sus terrazas.
En este caso, las principales sospechas se dirigieron a un grupo de delincuentes extranjeros y que las podrían estar trasladando hasta algún país de Europa del Este, donde existe actualmente una gran demanda de este material a la hora de montar negocios de restauración.
Fuente: Agencia Efe
