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jueves, diciembre 12, 2024

Isidre Esteve: «Tenemos ilusión por volver al Dakar, el proyecto es solido»

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 Isidre Esteve, al volante del Toyota Hilux T1 y con Txema Villalobos de copiloto, completó una nueva edición del Dakar. Lleva 19. El año que viene su objetivo es «volver porque el proyecto es solido», sabe lo que hay que mejorar y está convencido de que se «puede correr más rápido», explica en una visita a la Agencia EFE.

Esteve (Oliana, Lérida; 1972) puede presumir de haber participado diecinueve veces en el Dakar, diez en motos y nueve en coches. En 2007, durante una prueba del Campeonato de España de rallies, su moto chocó contra una piedra y el accidente provocó que se rompiera dos vértebras y se quedara en silla de ruedas.Pese a ese revés que le dio la vida, la ilusión por seguir pilotando le lleva, año tras año, a seguir en la élite del automovilismo a la vez que compagina el trabajo con la fundación que lleva su nombre y dirige su mujer. «Esto no es ganar carreras ni recoger premios, es mejor. Es algo distinto», confiesa el piloto catalán, que concluyó esta última edición del Dakar en la posición 22 de la clasificación de vehiculos T1+.P: ¿Qué sensaciones le dejó este último Dakar?R: Las sensaciones que nos deja el Dakar son un poco distintas entre ellas. Al principio estábamos felices y contentos por el ritmo que teníamos, éramos rápidos como no lo habíamos sido nunca. Y eso era algo que nos hacía sentir muy bien. Luego, cuando le perdimos la cara a la carrera, nos quedamos un poco tristes. Rompimos el diferencial delantero en la zona más difícil de la carrera, en las dunas. Sufrimos muchísimo, perdimos más de 24 horas para sacar el coche, pero al final nos sentimos orgullosos por no haber tirado la toalla, por decir que, aunque la carrera no nos iba como habíamos planeado, estábamos allí y habíamos hecho el cien por cien de los kilómetros.Regresamos contentos porque hemos conseguido ser más rápidos que nunca y sabemos lo que debemos mejorar y estar más alerta de cara a una futura edición. Podemos hacer esta lectura porque tenemos un proyecto solido que nos permite mejorar.P: ¿Tiene la ilusión intacta para volver el año que viene para su vigésimo Dakar?R: Sí, tenemos la ilusión intacta para volver el año que viene porque estamos convencidos de que podemos hacerlo mucho mejor de lo que lo hemos hecho. Y esto es algo que siempre te motiva muchísimo, el saber que puedes ir allí, que vas a hacerlo bien, que te vas a sentir bien. Ahora viene la ilusión de preparar todo, de cómo diseñar el plan deportivo, de cómo ver a nivel mecánico qué debemos mejorar. Esto nos alegra muchísimo.En ediciones pasadas tenía la sensación de que me peleaba con el coche y este año estaba conduciendo de verdad. He podido pilotar. Tengo ganas de hablar con el equipo para ver dónde empieza la temporada y cuándo me puedo volver a subir al coche.P: ¿Por qué ha sido el Dakar más duro?R: A nivel deportivo ha tenido el diseño más radical que han hecho en Arabia Saudí desde que llegamos. David Castera, jefe deportivo, tiene claro que el Dakar tiene que ser más largo, más difícil y tiene que tener menos descanso. Obtiene un buen resultado de eso. Han introducido la etapa 48 horas. Durante dos días afrontas 540 kilómetros solo con dunas. Esta etapa tiene como siete campamentos. El primer día no puedes llegar más tarde de las cuatro al campamento. Si llegas pasada esa hora tienes que quedarte en ese campamento sin avanzar. Los participantes están repartidos y nadie sabe los tiempos de los rivales porque no hay cobertura de móviles ni satélite.El otro acierto es que lo han hecho por accidente. Este año ha habido una semi maratón, dejaban dos horas para reparar un coche. Ahí ves cómo se trabaja en equipo y bajo presión. Son ingredientes que hacen la carrera más interesante.P: ¿Cómo se trabaja a nivel psicológico todo lo que ocurre en el Dakar?R: Hay muchos factores y todos muy distintos. El ambiente de la carrera produce que tú no sepas qué día es, si es lunes o martes. Ahora hay redes sociales, pero normalmente estás para la carrera. A tu alrededor pueden pasar cosas, pero estás en modo repetitivo en una carrera de quince días en la que pasan muchas cosas y les pasa a todo el mundo a nivel mediático. Tu puedes liderar una carrera el quinto día y nadie te puede asegurar que el día siguiente lo seguirás siendo. Aprendes a cambiar rápidamente de objetivos. Estamos para conseguir un resultado deportivo y terminar la carrera, hacerlo mejor. Sabemos que si un día ha ido mal otro puede ir mejor, sin hundirte. Es algo que forma parte de la preparación.P: ¿Y la muerte de un compañero?R: Desgraciadamente la muerte lleva pasando tiempo. En KTM pasó con Fabrizio Meoni y Richard Sainct. Nunca te llegas a acostumbrar a esto, pero cuando ocurre lo notas. Cuando Meoni tuvo la caída yo estuve con él, le dejé con los médicos, pero no sabía el alcance de lo que le pasaba. Cuando llegué al final de la especial me enteré que había muerto. Al día siguiente no tenia ganas de correr y la organización neutralizó la etapa. A los dos días se retomó. De alguna manera, aunque sabe mal por la persona y las familias, tenemos asumido que esto puede pasar.P: Sorprende esa mentalidad de convivir con el riesgoR: En todas partes hay riesgo. Sales a la calle y lo hay. Nosotros en la pista nos preparamos para hacer esto. Los protocolos de seguridad cada vez son mayores y sin descanso año tras año. Desgraciadamente hay muchos accidentes, pero nunca piensas que pueda pasar. Somos conscientes que el Dakar es la única carrera de un deporte de élite donde conviven y participan pilotos amateur y profesionales. Uno nunca piensa que pueda pasar algo.P: ¿Cómo es su coche adaptado para una persona en silla?R: Tengo una paraplejia, no muevo las piernas, pero las manos y del pecho para arriba estoy perfecto. El coche, de manera estructural, es igual que cualquiera. La diferencia es que en el volante llevo todo. Llevo el volante, un acelerador por encima que es como un aro con el que hago presión hacía el interior y otro aro por detrás del volante que es el freno y hago presión hacía mi. El cambio es secuencial y el embrague llevo una palanca, como si fuese de una moto, al lado de la caja de cambios. Todo está en el volante. Nada más. Las piernas completamente atadas por el muslo de arriba y los pies para que en caso de volcar o saltar no se muevan. No llevo un coche especial.P: ¿Ha notado muchos cambios en Arabia Saudí a raíz de la llegada del Dakar?R: A nivel social y de país he vivido diez años de Dakar en África, otras ediciones en Sudamérica y ahora vivimos en Arabia Saudí. En Europa estábamos en hoteles, carretera abierta, y en Sudamérica igual. En Arabia estamos en un campamento fuera de las ciudades, en una burbuja. Transitamos los transfer por carreteras abiertas, podemos parar en gasolineras abiertas a tomar algo. Después de cinco ediciones, vamos a un país donde hemos normalizado todo a base del respeto. No vemos una dificultad a nivel social en nuestro día a día por lo que nos afecta a nosotros.P: ¿Qué hoja de ruta maneja para este 2024?R: Tenemos un proyecto muy solido con Repsol, Toyota, MGS y KH-7. En un mes tendremos el plan deportivo. Hay una carrera del Mundial, entre España y Portugal, en abril, y vamos a ver si voy. Seguramente vaya a Marruecos y al Dakar 2025. Lo que está claro es que vamos a continuar.P: Importante para el deporte español las victorias de Cristina Gutiérrez y Carlos Sainz en el DakarR: Evidentemente. Cuantos más españoles ganen, mejor para todos y para este deporte, para la gente que nos sigue y para los patrocinios. Ojalá continúen ganando más españoles en número y ediciones.P: Uno de los proyectos más bonitos es el de su fundación. ¿Qué proyectos tiene ahora mismo?R: Lo lidera Lidia Guerrero, mi mujer, que es la directora. Nos sentimos orgullosos. Empezamos en 2011. Son trece años que hemos ido consiguiendo crecer con el centro puente, a través del cual la actividad física la adaptamos a rutinas de entrenamiento a diferentes discapacidades. Estamos orgullosos del cojín nubolo, que ayuda a muchas personas a normalizar su día a día. Es un proyecto con mujeres que sufren violencia de género. Intento encontrar el equilibrio entre el mundo de la competición y lo que hacemos con la fundación. Tenemos un centro en el CAR de Sant Cugat, de lunes a viernes, ocho horas y atendemos a más de cincuenta personas. Conseguimos aportar un poco más de felicidad y dignidad a las personas. Nosotros damos las herramientas pero lo hacen ellos. Esto no es ganar carreras ni recoger premios, es mejor. Es algo distinto.

Agencia Efe

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