Un taxista acusado de un doble crimen ocurrido en 2021 en Parla niega su autoría en la muerte del gerente de un bar y un cliente, hechos por los que afronta una condena de 30 años de prisión y en el que le incriminarían testigos que le vieron con las víctimas en el local, han indicado fuentes jurídicas.
La Audiencia Provincial de Madrid ha arrancado esta mañana el juicio con la selección del jurado popular que enjuiciará lo ocurrido el 27 de diciembre de 2021 en el bar ‘La Espuela’, ubicado en la calle Guadalajara nº 21.
Las víctimas, de 62 y 52 años, fueron apaleadas brutalmente, apuñaladas y degolladas por su agresor, que conocía a los fallecidos al ser un cliente habitual del local. Luego, el asesinó simuló un incendio para tratar sin éxito de borrar el rastro.
Los alegatos previos tendrán lugar mañana y en ellos la defensa reclama la absolución para su cliente y solicitará que declaré al final de la vista oral, una vez concluida el resto de pruebas, para reforzar su derecho de defensa al poder rebatir lo que se manifieste con anterioridad.
Fuentes jurídicas apuntan que el procesado niega que participara en el crimen. Sin embargo, hay varias pruebas que le incriminan, como las llaves de su taxi que se habría dejado en la escena de los hechos.
El representante del Ministerio Público le imputa dos delitos de homicidio, mientras que la acusación particular le imputa dos delitos de asesinato, por los que pide una pena de 25 años cada uno. La familia de las víctimas consideran que no tuvieron posibilidad de defenderse de su atacante.
Según el escrito de acusación, sobre las 19 horas del 27 de diciembre de 2021 A. B. G. entró en el bar La Espuela situado en la localidad madrileña de Parla, en cuyo interior estaba R. M. R., la persona que regentaba el establecimiento y otra persona.
Transcurridas siete horas comenzó a propinar golpes en el cráneo, cara y cuello a J. A. A. A. para, a continuación, asestarle varias puñaladas en el abdomen y en el pecho con un cuchillo que portaba en su bolsillo que le provocaron la muerte.
Poco después el acusado se dirigió a R. M. R. S, que se encontraba en el interior de la barra del local, «y comenzó a golpearle en la cabeza» y a propinarle «diversas» puñaladas en el cuerpo que le causaron la muerte.
Posteriormente, el acusado prendió fuego a la cortina que separa la zona de clientes del bar con la zona de cocina causando unos desperfectos tasados en 4.660 euros.
EUROPA PRESS
