Otros tres montajes internacionales tendrán su estreno en España en el marco del festival
MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) –
Tres espectáculos para bebés sobresalen en el tercer fin de semana –del 15 al 17 de marzo– en Teatralia, el festival internacional de artes escénicas para todos los públicos, denominación que adquiere todo su sentido con estas piezas para los más pequeños, miniaturas de una media hora de duración, sin texto para que la atención se concentre en la música, la danza y la imagen.
Se trata de dos producciones belgas (‘Semilla’ y ‘Tiébélé’, estreno en España) y una francesa (‘Up!’), según ha informado la organización, que destaca el estreno en España de otros tres montajes internacionales.
‘Up!’ es una creación que llega del País Vasco francés de la mano del músico, percusionista y cantante Kristof Hiriart, creador de LagunArte en 2001, cuya primera pieza para el público infantil estrenó en 2015. Desde entonces, la investigación y la experimentación para creaciones destinadas a los más pequeños forman una parte muy importante de su trabajo.
La obra se exhibirá de viernes a domingo en Teatros del Canal (15, 16 y 17 de marzo) y está recomendada para espectadores de 6 meses a 4 años. Toma por título esta corta palabra que en inglés se refiere a aquello que está en lo alto, o al movimiento hacia arriba, y en euskera es una interjección que apela a la prudencia.
Sobre el escenario hay madera, agua, metal, piedras, un globo, una escalera… Con estos y pocos elementos más, además de con su propia voz, Kristof Hiriart propone un viaje y un ritual sonoro, sutil y poético, que quiere ser en cierto modo una metáfora de la construcción vital personal. La música, a veces creada de manera insospechada, y las sencillas imágenes generan un efecto casi hipnótico lleno de sugerencias.
‘Semilla’, por su parte, es la primera creación conjunta de la compañía belga Tea Tree, surgida del encuentro entre la bailarina y coreógrafa Sara Olmo y el actor y acróbata Pierre Viatour. Para esta pieza se han hecho acompañar por el veterano y prestigioso bailarín y coreógrafo japonés Yutaka Takei como director de escena.
Este espectáculo, que se exhibe en la Sala Mirador el sábado 16 y el domingo 17, recomendado a partir de los dos años, refleja el interés de ambos artistas en la relación con el cuerpo y con la naturaleza. En él proponen un acercamiento al reino vegetal, a sus ciclos y tiempos, y al fascinante milagro de una semilla que germina y se convierte en planta, y que en algún momento generará a su vez otras semillas. Y a la vez observan la relación con el tiempo y la paciencia cuando se abre el tiempo de espera que sigue a la siembra.
El Espacio Abierto Quinta de los Molinos acoge el sábado y el domingo ‘Tiébélé’ de Théâtre de la Guimbarde, recomendada para espectadores a partir de 18 meses. El pasado año, la compañía belga cumplió sus 50 años como grupo profesional especializado en el teatro dirigido al público infantil y juvenil, con una vocación de trabajo colectivo.
Fundada en 1973 por Michel Van Loo, con sede en la ciudad belga de Charleroi, ha presentado sus creaciones prácticamente en todo el mundo. Son pioneros en la creación y la investigación en el teatro para los más pequeños (de cero a tres años). Buscan generar en los niños y niñas una confrontación con otros imaginarios y darles herramientas para construir un futuro mejor, abierto a la diversidad.
‘Tiébélé’ toma su título del nombre de un pequeño pueblo del sur de Burkina Faso, de la etnia de los kassena, uno de los grupos humanos más antiguos de África Occidental. El poblado es conocido por la belleza de sus casas hechas de adobe, cuyos muros exteriores están decorados con motivos geométricos, símbolos y dibujos representativos en diferentes tonalidades de arcillas y otros materiales de origen natural.
MARIONETAS
De Dinamarca procede ‘Bænken’ (‘El banco’), una función de marionetas protagonizada por una mujer gruñona, que presenta en el Centro del Títere de Alcorcón (sábado 16) y la Sala Cuarta Pared (domingo 17). Con ella vuelve a Teatralia Teater Refleksión, que en la pasada edición mostró ‘Romeo og Julie’. Especializada en teatro de marionetas, lleva desde 1990 creando obras para el público infantil y adulto.
En este banco en particular, una anciana intenta mantener la vida a raya. Pero el agitado entorno la toma por sorpresa. Un chico en patinete, un perro que olisquea y se escabulle, un caballero que intenta leer su periódico, los pájaros que cantan. Para esa mujer, todo es una molestia.
De la pérdida de memoria se habla en ‘Liza y Orson’, de la compañía argentina Puro Grupo Teatro (sábado 16, Centro Cultural Pilar Miró y domingo 17, Teatro Villa de Móstoles). Su acercamiento amable y tierno a la enfermedad del Alzheimer está protagonizado por un hombre que para retener aquello que olvida filma cada momento que pasa con la mujer que ama.
Puro Grupo vuelve a Teatralia con esta historia cuyos personajes llevan un cine ambulante por cada rincón de su comarca. Él hace tiempo que se olvida de las cosas que le acaban de ocurrir y suple la pérdida creciente de su memoria plasmando su día a día con una cámara, con la ayuda de su compañera, que no deja de recordarle cada uno de los momentos que vivieron juntos.
Esta visión esperanzada de la triste enfermedad del Alzheimer, dirigida a niños y adolescentes, tiene como telón de fondo la grandeza del amor y el romanticismo del cine.
En el espectáculo de danza ‘Yumé’ (sábado 16, Centro Cultural Paco Rabal-Palomeras Bajas) una mujer a la que le roban su sombra emprende se embarca en un viaje mágico y misterioso para recuperarla que la lleva a atravesar tierras fantásticas y a conocer personajes fabulosos.
La producción de la compañía franco-suiza de danza contemporánea Beaver Dam Company es una narración sin palabras, hilada por una sucesión de imágenes, inspirada en los cuentos de hadas japoneses, en las películas de animación de Studio Ghibli, y especialmente, en la serie de animación, también japonesa, Nihon Mukachi Banashi.
La pieza sumerge al espectador en un estético universo onírico a través de la danza y de un exquisito uso de todos los elementos escénicos: música, luz, vestuario o atrezzo. Para crear este ambiente, Edouard Hue, el director, utiliza la técnica ‘kuroko’, procedente del teatro tradicional japonés, que consiste en la presencia en escena de tramoyistas totalmente vestidos de negro, invisibles para el público. Los tramoyistas invisibles introducen, sujetan o mueven objetos y decorados de tal modo que se genera un efecto mágico e ilusorio.
