El PSOE celebra como una «victoria» la paralización de la gasolinera de la calle Grafito

TORREJÓN DE ARDOZ, 19 Mar. (EUROPA PRESS) –

El PSOE de Torrejón de Ardoz ha celebrado este martes como una «victoria» la paralización del proyecto de instalación de una gasolinera en la calle Grafito, al que había otorgado sus permisos el Ayuntamiento de la ciudad, gobernado por el PP, pero al que se oponían el principal partido de la oposición y los vecinos de la zona, muy cercana a un centro de salud, tres colegios y cientos de viviendas familiares.

En un comunicado, los socialistas recuerdan los muchos meses de lucha conjunta con la plataforma de vecinos afectados, a través de concentraciones y recogidas y registro de firmas en contra de la voluntad del alcalde, Alejandro Navarro, y su gobierno, que en «todo momento» han defendido los intereses de la empresa «por encima de la salud de los torrejoneros tratando de esquivar la normativa mediante tretas urbanísticas».

Esta paralización, que se hizo oficial el pasado viernes pero cuyo acuerdo aún se desconoce, llega después de que los socialistas torrejoneros no pudieran frenar la instalación de otra gasolinera de la misma empresa a escasos metros de las viviendas, centros hospitalarios y parques infantiles en el barrio Soto del Henares.

Señalaron el «oscurantismo del PP, que impidió que la oposición y los vecinos pudieran actuar a tiempo». De acuerdo a la información del PSOE de Torrejón, en esta ocasión sí pudieron reaccionar y frenar la concesión de licencias, que ya tenían el visto bueno por parte del Gobierno local.

El PP les concedió un «tiempo de oro» por paralizar el comienzo de las obras hasta que pasaran las elecciones municipales de mayo de 2023, «conscientes del impacto negativo que tendría sobre miles de vecinos del entorno». Siempre según lo expuesto por los socialistas, esa paralización fue el principal argumento jurídico sobre el que el portavoz del PSOE, Javier Castillo, elaboró un informe que «desmontaba una a una» las posibilidades de conceder las licencias a la empresa.

Tras dos años frenadas, habían expirado los plazos legales de respuesta y, en una nueva solicitud, había que aplicar la nueva ordenanza que impide la instalación de esa gasolinera en ese enclave.