Un fallo eléctrico provocado por el mal funcionamiento de un cargador de un móvil o de un calentador es la principal hipótesis del origen del incendio de una residencia de ancianos del madrileño barrio de Aravaca en el que han muerto tres usuarias.
Agentes de la Policía Científica han acudido al geriátrico para recabar pruebas en el foco del incendio y hablar con otros usuarios, testigos y trabajadores, quienes apuntan a un fallo de un aparato eléctrico, que habría provocado un cortocircuito que habría prendido las llamas de las sábanas de la cama de una de las fallecidas, situada en la segunda planta.
No obstante, la Policía Nacional no descarta otras hipótesis y recabarán también los informes de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid y, si es necesario, realizarán una reconstrucción de los hechos, han indicado a Europa Press fuentes de la investigación.
UN INCENDIO DE MADRUGADA
El incendio se registró este domingo a las 6.50 horas en el geriátrico Juan XXIII, situado en la calle Proción número 10, con el foco en una de las habitaciones de la planta segunda del centro. Dos mujeres fallecieron y otra fue trasladada en estado crítico al hospital, donde ha fallecido esta noche debido a la gravedad de las quemaduras corporales que presentaba.
Hasta el lugar del incendio, se trasladaron varias dotaciones de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid y rescataron a varios residentes con ayuda de la Policía Municipal de Madrid y Policía Nacional. En el geriátrico vivían 36 personas mayores.
En primer lugar, los bomberos procedieron al desalojo del centro de mayores, lo que se vio dificultado por la reducida movilidad de los residentes. De hecho, los propios empleados ayudaron a sacar a los ancianos.
Los bomberos lograron acceder por una ventana a la habitación donde se originó el fuego, rescatando a dos mujeres con graves quemaduras. Minutos más tarde, los efectivos habrían auxiliado a otras tres personas que estaban confinadas en esta misma habitación. Además del estado crítico de la mujer que luego fallecido, otras 16 personas, entre ellas cuatro agentes de la Policía, fueron trasladados leves al centro hospitalario por inhalación de humo.
Los residentes han sido reubicados a otros centros de mayores. Ayer, entraron diecinueve de ellos en la residencia Reina Sofía de Las Rozas, mientras que siete fueron trasladados a Nuestra Señora del Carmen. Cinco de los residentes se encuentran desde ayer con sus familias y cuatro permanecen aún hospitalizados por la inhalación de humo, según apuntan fuentes regionales.
EUROPA PRESS