El ciudadano paquistaní de 42 años encerrado provisionalmente en la cárcel de Estremera por matar hace unas semanas a tres hermanos mayores en Morata de Tajuña ha matado supuestamente esta madrugada a su compañero de celda, han informado a Europa Press fuentes policiales y penitenciarias.
Los hechos han ocurrido entre pasadas las 2 horas de este jueves, en esa celda del módulo 12 que compartían Dilawar Hussain F.C. con un ciudadano de Europa del Este, que ejercía de ‘preso sombra’, es decir, un individuo que «orienta, escucha y observa» a los nuevos presos si son incluidos por Instituciones Penitenciarias en los programas de prevención de suicidios.
Según las mismas fuentes, el paquistaní utilizó algún tipo de artilugio o mancuerna para matar a golpes en la cabeza de madrugada a su compañero de celda. Los funcionarios comprobaron lo ocurrido poco después, trasladándole a una celda de aislamiento.
Hasta el lugar han acudido agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil para recoger pruebas e indicios en la celda y averiguar si ambos internos tenían rencillas previas, aunque sí se sabe que Dilawar ya había participado en alguna bronca en ese penal. También hablarán con reos en presas cercanas y averiguar cómo llegó al lugar el arma del crimen.
El Grupo Homicidios de la Comandancia de Tres Cantos se ha hecho cargo de la investigación. También ha llegado el juez de guardia para oficiar el levantamiento del cadáver, que será sometido a una autopsia en el Instituto de Medicina Legal.
El sospechoso, Dilawar Hussain F.C., de 42 años, llevaba desde el 24 de enero en la cárcel de Estremera tras dictar la orden de ingreso el juez de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Arganda del Rey, tras entregarse dos días antes ante el cuartel de la Guardia Civil de esa localidad confesando el asesinato de los tres hermanos porque no le devolvían un dinero que le debían.
El magistrado tomó esta decisión de encerrarle provisionalmente ante el riesgo de fuga y la posible alteración y/o destrucción de pruebas. En el transcurso de la comparecencia, el detenido reconoció la autoría de los hechos. Y le envió a la misma prisión en la que cumplió hace unos meses una pequeña condena por agredir con un martillo y patear a una de las hermanas asesinadas, informaron en su momento fuentes jurídicas.
EUROPA PRESS