El exvicepresidente del Parlamento Europeo Alejo Vidal-Quadras, que fue también presidente del PP catalán y uno de los cofundadores de Vox, ha relatado este viernes en una rueda de prensa el «milagro» por el que salvó la vida en el atentado que sufrió en Madrid el pasado 9 de noviembre. «No tengo ninguna duda de que fue el régimen de Irán», ha dicho en varias ocasiones.
En la comparecencia ante los medios en un acto en la Asociación de la Prensa de Madrid celebrado entre medidas de seguridad, Vidal-Quadras ha avisado de que no cejará «toda su vida» en su apoyo a la oposición iraní y ha pedido medidas más contundentes a la Unión Europa como cerrar las embajadas y expulsar al personal que tiene desplegado este país en Occidente.
Además, ha mostrado su confianza a la investigación en curso por un intento de asesinato con fines terroristas abierta en la Audiencia Nacional y en las indagaciones de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, aunque reconociendo que «no es fácil establecer la relación entre los sicarios detenidos y el régimen de Irán». «Ojalá; en la Justicia española tengo toda la confianza y respeto», ha enfatizado.
Vidal-Quadras, aún convaleciente de las secuelas del disparo que le atravesó la mandíbula, ha reconocido que desde que apareció en una lista negra de supuestos enemigos de Irán ya se «inquietó», aunque nunca, tampoco días antes del atentado en Madrid cuando regresaba de caminar en el parque del Retiro, «había notado nada ni había recibido amenazas».
En este sentido, ha agradecido expresamente al Ministerio del Interior su «disposición» para, tras el intento de asesinato, incrementar su seguridad con un dispositivo «muy completo». «Esto muy protegido, no sería fácil que intentaran volver a matarme», ha sostenido, añadiendo que ve difícil que Irán ordene de nuevo que lo asesinen, ya que esto aumentaría el malestar de los países occidentales.
«HOLA, SEÑOR» FUE LO QUE ESCUCHÓ
Vidal-Quadras ha relatado que el 9 de noviembre, el día del atentado, regresaba de dar un paseo por el parque del Retiro en Madrid en dirección a su casa y, en un momento dado, escuchó una voz de alguien por detrás, muy cerca, que le dijo: «Hola, señor».
El expresidente del PP catalán ha dicho que giró la cabeza y que fue ese movimiento lo que propició que el tiro no fuera mortal, porque la bala entró por un lado de la mandíbula y salió por el otro. «Fue un milagro», ha expuesto, antes de continuar detallando su aturdimiento y que un ciudadano le taponó la herida con abundante sangre ayudado con su sudadera.
El disparo sonó tan cerca que le afectó a un tímpano y él, en ese momento, pensó que era víctima del régimen iraní como represalia a su apoyo a la disidencia.
«Estás vivo» fue lo segundo que pensó, según su relato pormenorizado del traslado en ambulancia al Hospital Gregorio Marañón –ha reconocido que la sanidad pública es «ejemplar» pese a las «muchas dificultades» por las que atraviesa–. Al no poder hablar, sí alcanzó para escribir en su teléfono una única palabra alertando a los sanitarios: «Irán».
IRÁN CONTRATÓ A SICARIOS
En la rueda de prensa, Vidal-Quadras ha mencionando al franco-tunecino con antecedentes buscado por la Policía por ser presuntamente el autor del disparo, sin querer entrar en detalles sobre si huyó a Marruecos u otro país, por mantenerse el secreto de las actuaciones. Su convencimiento es que Irán ordenó su muerte contratando a esos «sicarios de la delincuencia común», como viene haciendo el régimen de los ayatolás al menos desde 2017.
«Irán se ha caracterizado siempre por actividades terroristas contra disidentes y extranjeros», ha continuado, recordando que hay asesinatos probados judicialmente ordenados directamente por el régimen pero que, desde 2017 con el acuerdo nuclear, esto cambió para actuar contra los que ellos consideran enemigos a través de delincuentes comunes, como el perfil de los detenidos hasta ahora relacionados con su atentado.
También ha puntualizado, al ser preguntado por la financiación de la oposición iraní en la etapa en la que fue fundado Vox, que él nunca ha ejercido de abogado ni ha tenido despacho propio, de ahí que su respaldo a la disidencia fuera y vaya a ser la de siempre: «colaboración activa a su causa para que se liberen de esa tiranía espantosa».
«El apaciguamiento no funciona», ha continuado Vidal-Quadras en referencia al régimen de los ayatolás, explicando que entre los instrumentos de coacción que usa figuran los ataque terroristas, la toma de rehenes, las relaciones empresariales en sectores como la energía y también el miedo de Occidente a su programa nuclear.
La última novedad de la investigación por el atentado fue la detención en la frontera de Colombia de uno de los presuntos autores intento de asesinato, un ciudadano venezolano con una orden de búsqueda internacional por un delito de terrorismo en España.
La Audiencia Nacional envió a prisión por tentativa de asesinato terrorista a un detenido en Lanjarón (Granada) –un ciudadano español converso al islam en su vertiente chiita– y dejó en libertad con medidas cautelares a su pareja, una mujer de origen británico, y también a un tercer detenido en Fuengirola (Málaga).
Las pesquisas se dirigieron entonces a dar con el paradero del autor del disparo en una calle de Madrid el pasado 9 de noviembre, Mehrez Ayari, de 37 años, un francés de origen tunecino con múltiples antecedentes en Francia, su país de residencia, que el día del ataque cubrió su rostro con el casco de una moto.
La Policía informó el pasado 24 de noviembre que mantenía abiertas varias líneas de investigación tras constatar que el atentado fue preparado «de manera meticulosa durante semanas antes del día de los hechos», el 9 de noviembre en el centro de Madrid a plena luz del día, «llevándose a cabo vigilancias sobre la víctima, compras de material para su ejecución y reuniones en distintas partes de España».
EUROPA PRESS