La limpieza de playas contaminadas o la restauración de entornos naturales son positivas y necesarias pero «no atajan el problema de raíz» y suelen quedarse en «caridad ambiental», ha asegurado a EFE el presidente de la Asociación Española de Educación Ambiental (AEEA), Federico Velázquez.
Fundada en 1995 tras el II Congreso Internacional de Educación Ambiental, la AEEA cuenta con socios de orígenes diferentes con una edad media de 40 años: desde profesores de distintos niveles de enseñanza hasta profesionales de empresas interesadas en este ámbito.
Con la vista puesta en este viernes, cuando se conmemora el Día Mundial de la Educación Ambiental, Velázquez ha explicado que la conciencia cívica ha crecido en España, donde «empieza a molestar la situación del medioambiente», algo que se traduce en «menos despilfarro de agua o mayor reciclaje», si bien «aún estamos en unos niveles iniciales de concienciación».
En ese sentido, considera «positiva» la estrategia seguida hasta ahora por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, un departamento del que ha querido destacar «su propio nombre, porque incluye el término ‘transición’, que es lo que hace falta, pero en todos los sentidos» ya que a su juicio la transición ecológica depende de «otras transiciones necesarias para atajar la crisis climática, como la energética o la educativa».
«No sólo los gobiernos y empresas tienen una responsabilidad con el medioambiente», insiste, sino también los propios ciudadanos, por lo que considera indispensable apoyar la educación ambiental como «objetivo a largo plazo», actuando de paso para lograr «un cambio en los modelos económicos, porque la sociedad de consumo demanda productos contaminantes».
Velázquez subraya que «el ser humano nunca debería haber tocado el clima», pues el cambio climático es «el generador de todos los problemas globales actuales, como la sequía o las olas de calor».
El Día Mundial de la Educación Ambiental se celebra desde el Seminario de Educación Ambiental de Belgrado (Serbia) de 1975, donde se fijaron las principales líneas de actuación en el marco de los programas de la ONU y con el objetivo formal de concienciar a la población mundial respecto a los problemas ambientales, promocionando el despliegue de conocimientos, capacidades, motivación y compromiso para trabajar en la búsqueda de soluciones.
En ello trabaja muy especialmente el Centro Nacional de Educación Ambiental, perteneciente al organismo autónomo de Parques Nacionales, que lleva desde 1987 impulsando «un cambio de actitud de la ciudadanía frente a la crisis socioambiental actual» a través de diversas iniciativas incluidas en el Plan de Acción de Educación Ambiental para la Sosteniblidad, según fuentes de la propia institución.
Las principales líneas de trabajo incluyen la recopilación y difusión de información y documentación especializada, el diseño y desarrollo de programas educativos de interpretación del patrimonio natural y cultural, el desarrollo y ejecución de acciones de formación ambiental, las actividades de participación ciudadana y la cooperación nacional e internacional con otras entidades públicas y privadas.
Distintas organizaciones aprovecharán también la fecha del 25 de enero para impulsar el concepto, como en el caso de la Asociación Nacional de Fabricantes de Envases de Vidrio (ANFEVI) que, entre otras iniciativas, lanzó el programa ‘Kids Corner’ en la comunidad Friends of Glass de internet, para concienciar a los niños en protección del medioambiente a través del reciclaje de vidrio.
La secretaria general de ANFEVI, Karen Davies ha insistido en «el papel fundamental de la educación ambiental en la infancia», sobre todo en los colegios, para formar a las futuras generaciones “en clave de desarrollo sostenible”.
Otro ejemplo es la Fundación Vivo Sano, que ha puesto en marcha una nueva edición del programa escolar ‘Seres Plásticos’, con un alcance directo estimado entre más de 2.200 alumnos y 430 profesores en Madrid, Barcelona y Vizcaya.
Fuente Agencia Efe