La directora general de Salud Pública de la Comunidad, Elena Andradas, ha indicado este lunes que la región registró en 2023 un incremento de los casos de enfermedades emergentes, con un incremento de casos importados, relacionadas con factores medioambientales y una mayor movilidad tanto de personas como de animales.
Durante la Comisión de Sanidad celebrada este lunes en la Asamblea de Madrid, la máxima responsable de Salud Pública ha citado a modo de ejemplo que se contabilizaron 138 casos de dengue y 57 casos de virus producidos por Chikungunya, todos ellos casos importados.
Ambos casos están relacionados con la picadura de mosquitos del género Aedes, principalmente A. aegypti y A. albopictus (mosquito tigre), que están ampliamente distribuidos en zonas de América Central y del Sur, el Caribe y sur de Asia. Las temperaturas más cálidas son óptimas para que los mosquitos que portan el virus se multipliquen y prosperen.
En cualquier caso, los casos registrados en 2023 en la Comunidad de Madrid son todos importados, es decir, contraídos en el país endémico donde ha viajado la persona afectada. «Esto nos obliga a mantenernos activos y con todas las alertas con el fin de frenar su avance», ha indicado Andradas a preguntas de la diputada de Más Madrid sobre los planes del Gobierno de la Comunidad de Madrid para estudiar los efectos en la salud del cambio climático.
En este marco, ha explicado que la Comunidad cuenta con un sistema de alertas rápidas en Salud Pública que garantiza «la atención a todas las alertas en salud pública en las 24 horas del día, siete días a la semana, durante los 365 días del año».
En este sentido, ha indicado que la Dirección General de Salud Pública cuenta con un sistema de vigilancia y control de vectores que pueda suponer un riesgo como son el mosquito tigre, flebótomos o garrapatas, con una interconexión entre la salud humana, animal y medioambiental.
«A la vez que se realiza una vigilancia y control de las enfermedades que son transmitidas por estos vectores a las personas que articulan no solamente la detección precoz de estas enfermedades, sino que además coordina todas las actuaciones de prevención y control que son necesarias con cada uno de los Ayuntamientos de la Comunidad donde estos vectores se instalan. Y en los casos que se requiere la participación de la Consejería de Medio Ambiente, por supuesto, ahí está», ha añadido.
En lo que llevamos de año, en la región se han registrado nueve casos confirmados de dengue y ocho probables, según el último informe de la Red de Vigilancia Epidemiológica, con fecha del 27 de febrero, consultado por Europa Press. El 58,8% de ellos correspondió a mujeres y la edad media se situó en 34,4 años. Los países de exposición fueron Colombia, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela.
CAMBIO CLIMÁTICO
La diputada de Más Madrid Beatriz Borrás ha cuestionado al Ejecutivo madrileño sobre los planes del Gobierno de la Comunidad de Madrid para estudiar los efectos en la salud del cambio climático, recordando que en 2023 se registraron 3.009 muertes atribuibles a las temperaturas en las olas de calor y recordando que «la crisis climática es una crisis de salud pública».
«Dejen de decir que les preocupa el cambio climático y empiezan a tomar medidas», ha reclamado la diputada de Más Madrid, quien ha advertido del «peligro» que supone «la inacción y el negacionismo» en este sentido. Al hilo, además, ha insistido en que «hay evidencia científica más que suficiente como para que su presidenta –Isabel Díaz Ayuso– deje de decir que el cambio climático es una estafa y que pongamos una maceta en el balcón».
Al respecto, Andradas ha explicado los planes de vigilancia y control que son propios de su área en este sentido y que permiten, por una parte, analizar la evolución de los efectos adversos que tienen en la salud, y por otro, establecer planes de prevención e intervención que en muchas ocasiones requiere de una aprobación de una normativa específica.
En este sentido, ha recordado que la Dirección General coordina el Plan de Vigilancia y Control de los Efectos de las Olas de Calor y el Plan de Vigilancia y Control de los Efectos en Salud del Frío, que presenta con el mismo modelo, o la vigilancia y control de los niveles de polen, relacionados también con las visitas a urgencias por episodios de asma y rinitis alérgica, así como el control del agua de consumo, el control de los contaminantes químicos y restos y residuos de plaguicidas que pueden aparecer en los alimentos.
Europa Press