Más del 90% de las familias que acceden a centros concertados en la Comunidad de Madrid pagan cuotas que «son ilegales en teoría pero habituales en la práctica», según se refleja en el informe ‘El coste de acceso a la escuela concertada en España: las cuotas que pagan las familias y sus causas’, elaborado por Esade.
La cuota media por alumno al año (solo de las familias que pagan) es de 1.156 euros en la Comunidad de Madrid, una cantidad sólo superada por los 1.696 euros de media en Cataluña. Ambas comunidades, junto con País Vasco, aglutinan el 70% del total de las cuotas.
Cataluña, seguida del País Vasco (959 euros de media) y Madrid, son las comunidades autónomas con mayor homogeneidad en el pago de cuotas entre familias, mientras que Andalucía (453) muestra el reparto más desigual.
De acuerdo con este informe, en la Comunidad de Madrid hay una relación muy fuerte entre el cobro de cuotas y el resultado económico (los centros mejor financiados tienen una mayor probabilidad de cobrar y cobrar cantidades altas) y una enorme importancia del tamaño de centro para entender las dinámicas de cobro de cuotas.
En esta comunidad se identifica una proporción baja de centros infrafinanciados y una proporción ligeramente superior respecto a la media nacional de centros que cobran por razones de diferenciación respecto a otros centros o beneficio económico.
DATOS NACIONALES
En el conjunto de España, el 90% los centros educativos concertados de mayor tamaño cobran una cuota a las familias, mientras que en los centros medianos y pequeños la proporción baja a entre un 60% y un 70% de los colegios.
La investigación de Esade recoge dos bases de datos elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE): la primera mira al fenómeno desde el lado del pago de cuotas (familias) y la segunda desde el lado del cobro (centros educativos).
Mientras que un 67% del alumnado acude a centros de titularidad pública, cerca de un 30% lo hace en centros financiados con fondos públicos pero de titularidad privada, llamados centros concertados (y solo un 4% acude a centros privados auto-financiados).
El estudio pone de manifiesto que, a día de hoy, «no hay gratuidad universal para acceder a la escuela concertada» en España. Además, la concertada, en comparación con la pública, escolariza en una proporción mucho menor al alumnado de renta baja y origen migrante, lo cual «daña significativamente la igualdad de oportunidades y la equidad, uno de sus objetivos fundamentales».
La razón principal que explica la no gratuidad es el sistema de financiación establecido para la escuela concertada y una regulación más laxa de sus servicios. «Ambos incentivan el cobro de cuotas, que son ilegales en teoría pero habituales en la práctica», señala el documento de Esade.
Dependiendo de la etapa educativa, entre un 81% y un 95% del alumnado paga cuotas, según datos de la Encuesta de Gasto de los Hogares en Educación (EGHE), realizada por última vez en 2019/2020.
La cuota media se encuentra entre los 680 y los 860 euros al año por alumno (incluyendo a las familias que no pagan como equivalentes a una cuota de 0 euros), lo que supone una cantidad total entre los 947 y los 1.186 millones de euros para las tres etapas (Infantil, Primaria y ESO), dependiendo de la definición de cuotas que se use.
Hay un 13% del alumnado que no paga cuota en estas etapas, mientras que un 18% pagan una cuota muy baja (de menos de 20 euros al mes por alumno). En el lado opuesto, el 10% de alumnado que más cuotas paga asume el 45% del gasto total.
En este sentido, el estudio advierte de que existen importantes diferencias de pago de cuota por renta de las familias: el 20% de renta más baja paga una media de 310 euros anuales de cuota, mientras que el 20% de renta más alta paga cuotas ligeramente superiores a los 1.000 euros.
A partir de la Encuesta de Financiación y Gasto de la Educación Privada (EFGEP), el estudio analiza el cobro de cuotas por parte de los centros educativos concertados y las razones por las que lo hacen.
Así, revela que la financiación es «extremadamente desigual», con un 20% de centros con resultado económico negativo o esencialmente cero, otro 50% con un resultado económico positivo e inferior a los 300 euros por alumno al año y un 30% que tienen una clara situación de sobre-financiación.
El porcentaje de centros que cobra cuota oscila entre un 66% y un 75%, dependiendo de la etapa educativa, según apunta el informe, que señala que la probabilidad de cobro de cuotas y la magnitud de la cuota pagada «es mayor en los centros con peor y mejor financiación, y más bajo en la zona intermedia de la financiación».
MOTIVOS DEL COBRO DE CUOTAS
Entre las razones por las cuales los centros educativos cobran cuotas, el estudio identifica tres situaciones posibles: centros infrafinanciados que cobran cuota para sobrevivir; centros adecuadamente financiados que cobran cuotas para hacer frente a gastos no concertados (esto es, partidas de gasto no contempladas por las administraciones educativas y que permiten ampliar los servicios ofertados); y centros bien financiados que cobran cuota por diferenciación o beneficio económico.
En concreto, precisa que, para cada etapa educativa (Infantil, Primaria y ESO), un 17%, 20% y 19% respectivamente no cobran cuotas y están adecuadamente financiados; un 14,5%, 12% y 14,5% respectivamente no cobran cuotas y están infrafinanciados; un 23% en todas las etapas educativas sí cobran cuotas para cubrir el hecho de que están infrafinanciados; un 28%, 29% y 28% respectivamente sí cobran cuotas para cubrir gastos no concertados; y un 17,5%, 15% y 15% respectivamente cobra cuotas por diferenciación o beneficio económico.
EUROPA PRESS