Un total de 218 familias se ha beneficiado ya de las nuevas ayudas aprobadas por la Comunidad de Madrid para cubrir los gastos extraordinarios derivados del acogimiento de menores, tales como gastos médicos que no cubra el sistema público.
La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, ha visitado este martes la residencia infantil El Encinar, situada en el distrito de Ciudad Lineal de la capital, donde ha explicado esta medida enfocada a facilitar el día a día de estas familias que apuestan por un «proyecto de vida tan generoso y altruista».
Así, la Consejería invertirá 300.000 euros cada año, cantidad que se podrá incrementar en función de la demanda, para hacer frente a costes médicos que no cubra el sistema sanitario público o que, estando incluidos, por alguna circunstancia excepcional, obliguen a acudir a otro tipo de profesional de este ámbito.
Se consideran dentro de esta categoría tratamientos odontológicos, de ortodoncia, ortopedia, óptica, fisioterapia, atención psicológica o logopedia.
Además, esta convocatoria de subvenciones elimina el límite de 5.000 euros anuales que había hasta ahora por niño y los plazos temporales para presentar las solicitudes. Para apoyar la función social que realizan en estos hogares, el Gobierno regional ofrece 400 euros al mes en concepto de gastos generados de la atención a los niños del programa de modalidad general.
En el caso de los de especial dificultad, es decir, aquellos que sufren una discapacidad o poseen una situación médica compleja, la prestación alcanza los 600 euros. Y en las incluidas en el acogimiento de urgencia, la cuantía asciende a 1.600. La Comunidad de Madrid destina 7,5 millones al año en prestaciones económicas destinadas a esta iniciativa y cerca de 2.100 menores tutelados por la Administración madrileña se encuentran atendidos por familias de la región, al no poder vivir con sus progenitores.
UN «PROYECTO DE VIDA» PARA ELISABETH Y PABLO
En su visita, la consejera ha podido conversar con Elizabeth y Pablo, padres acogedores de la Comunidad de Madrid con una larga experiencia en esta labor y hasta seis menores en acogida, algunos de urgencia, como el pequeño Iván, de unos pocos meses, otros por periodos más largos y algunos incluso tres de forma permanente –un niño de nueve y dos de 18 y 17 con discapacidades severas–.
Ana Dávila ha elogiado el compromiso de este matrimonio –que cuenta con dos hijas biológicas ya mayores, una de las cuales se ha convertido también en acogedora– y ha deseado que más familias sigan su ejemplo «para que estos chicos puedan tener la oportunidad de crecer y desarrollarse en un contexto afectivo, seguro y estable».
En declaraciones a los medios, este matrimonio ha defendido el acogimiento, en el que empezaron hace 16 años, como su «modo de vida» y de expresar su «proyecto de familia», una experiencia «radical» en el buen sentido de la palabra. «Es más lo que nosotros recibimos que lo que nosotros damos», ha sentenciado Pablo, quien ha subrayado también la evolución en el modelo y acompañamiento por parte de la Administración a la hora de facilitar la labor de los hogares.
En su visita a El Encinar, que cuenta con 36 plazas para menores de entre tres y 18 años, Dávila ha conocido también las historias de jóvenes como Pedro, de 18 años, que se está preparando para realizar la semana que viene las pruebas de acceso a la universidad, la EvAU; con Nasser, de 17, quien ha empezado ya a trabajar, y con Teresa, de 16, quien se prepara para ser cocinera en la hostelería y convive en el centro con varios de sus ocho hermanos.
«Hemos podido compartir con ellos su proyecto de vida, que han venido realizando en los últimos meses junto a los excelentes profesionales que trabajan en este centro. Un proyecto educativo, un proyecto de vida, de independencia, en el que se tiene en cuenta cuáles son las preferencias de cada uno de ellos para orientarles en el ámbito profesional, en el ámbito educativo», ha concluido la consejera.
EUROPA PRESS