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lunes, diciembre 23, 2024

Más de 1.850 reclusos buscan una segunda oportunidad a través de la educación en los centros penitenciarios de la región

Debes leer

Ana de Mendoza, célebre prisionera de Felipe II, da nombre al CEPA de la cárcel de Estremera, donde aprender idiomas u obtener el título de ESO

ESTREMERA, 2 Feb. (EUROPA PRESS) –

Más de 1.850 internos de los distintos centros penitenciarios de la Comunidad de Madrid recurren a la educación para buscar una segunda oportunidad una vez cumplan condena, ya sea para aprender a leer y escribir en algunos casos, español entre algunos reclusos extranjeros u otros idiomas entre los nacionales, obtener el título de ESO o incluso preparar las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 años.

Esa es la labor que brindan los siete centros de educación para personas adultas (CEPA) que la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid gestiona en estos complejos penitenciarios y en los que también se organizan actividades como torneos de ajedrez, certámenes literarios o concursos de fotografía y ortografía.

Uno de esos CEPA es el que se encuentra en el Centro Penitenciario Madrid VII-Estremera, que ha sido rebautizado con el nombre de Ana de Mendoza, más conocida por su título nobiliario, la princesa de Éboli, personaje histórico que fue célebre también por verse privada de libertad, en su caso en la Torre de Pinto bajo el reinado de Felipe II.

Los 270 internos de Estremera que estudian en este CEPA han recibido este viernes la visita del consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, quien ha conocido de primera mano la labor que sus diez docentes realizan dentro de sus muros.

Viciana ha estado acompañado en la visita por el director de este centro educativo, Eduardo Gil; el director de la prisión, Enrique Valdivieso, y el director general de Instituciones Penitenciarias, Miguel Ángel Vicente.

Aunque la gestión de los centros penitenciarios son competencia de la Administración General del Estado en toda España salvo en Cataluña y País Vasco, los centros educativos en su interior son gestionados por cada comunidad autónoma. En total, en las cerca de 80 instalaciones bajo el control de Instituciones Penitenciarias hay 12.584 alumnos matriculados, según ha explicado su coordinadora de Tratamiento y Gestión Penitenciaria, Lourdes Gil, en declaraciones a los medios de comunicación.

CLASES MIXTAS ENTRE RETRATOS DE NELSON MANDELA Y FRIDA KAHLO

En el caso del Ana de Mendoza de Estremera, entre retratos de Nelson Mandela, Ana Frank, Edgar Allan Poe o Frida Kahlo pintados en sus pasillos, los internos e internas comparten clases mixtas –sólo en determinados módulos de la prisión se da esta circunstancia– en las que aprenden la tabla periódica, matemáticas, ciencias y otras materias.

Precisamente las matemáticas y las ciencias son dos de las asignaturas que más problemas dan a dos de los alumnos, Víctor y Santiago, un búlgaro criado desde niño en Madrid, el primero, y un colombiano, el segundo, que cumplen condena desde hace cuatro años y que ya tienen planes para el momento que recuperen la libertad, los cuales pasan inevitablemente por culminar su formación.

Santiago está en proceso de obtener el graduado en ESO con la vista puesta en poder estudiar algún día Periodismo o Comunicación. Este recluso natural de Cartagena de Indias que acumula privado de libertad cuatro de los siete años que lleva en España, constata la «oportunidad» que le brinda este CEPA, con un nivel educativo al que no pudo acceder en su país de origen.

Por su parte, Víctor, quien lleva en Estremera año y medio tras haber pasado por otros centros penitenciarios, aspira a formarse en la universidad una vez obtenga su título de ESO y presentarse a oposiciones para trabajar posteriormente en prisiones.

A su llegada, Emilio Viciana ha felicitado a estos alumnos por querer formarse y por «luchar por una segunda oportunidad» a través de la educación.

De los 70 CEPA con que cuenta la Comunidad de Madrid, siete se encuentran en centros penitenciarios a los cuales sus alumnos acuden de forma voluntaria, conscientes del valor que la formación tiene para su reinserción y para encontrar un empleo fuera de la cárcel.

A estos centros educativos se suman las aulas UNED en las que cerca de un centenar de reos cursan estudios universitarios a distancia y que reciben periodicamente la visita de tutores que les prestan seguimiento.

165 RECLUSOS EN LISTA DE ESPERA

En el caso del Ana de Mendoza de Estremera, a los casi 300 matriculados se suman otros 165 internos en lista de espera para poder recibir clases, como explica la secretaria del CEPA y profesora en el mismo, Marta, quien tras haber ejercido la docencia en centros de Primaria, subraya lo «feliz» que es con sus alumnos reclusos.

La escuela de este centro penitenciario también participa durante este curso 2023/24 en las actividades InterCEPA que organiza la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades y que involucran a los alumnos en torneos de ajedrez, fútbol, certámenes literarios y concursos fotográficos, de ortografía, escritura o de lectura en voz alta.

Los siete CEPA de las prisiones madrileñas –Alcalá de Henares (hombres y mujeres), Soto del Real, Aranjuez, Navalcarnero, Valdemoro y Estremera– forman parte de los 70 repartidos en toda la región, en los que este curso académico hay matriculados más de 35.600 estudiantes mayores de 18 años que quieren iniciar, mejorar o completar sus estudios.

En ellos pueden obtener el título de Educación Secundaria Obligatoria; Enseñanzas iniciales; español para extranjeros y ciclos de Formación Profesional de Grado Básico para lograr el título de Secundaria.

Además, ofertan cursos técnico-profesionales como la preparación de las pruebas de acceso a ciclos de Grado Superior de FP o los talleres operativos para alumnado con discapacidad. Del mismo modo, ofrecen actividades como idiomas (inglés, francés y alemán) e informática.

Igualmente, todos los centros locales y comarcales participan en el Plan Nacional de Competencias Digitales para facilitar que la población con escaso nivel en el uso de las nuevas tecnologías adquiera las capacidades básicas para comunicarse en las comunidades virtuales e interactuar en línea a través de plataformas y herramientas específicas.Copiar al portapapeles

Europa press

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