El delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández, ha presentado este viernes las principales conclusiones del proyecto piloto de investigación CINTRAS, una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Madrid que ha analizado el impacto de proporcionar políticas de empleo y acompañamiento en la crianza a familias en situación de vulnerabilidad para favorecer su autonomía, en concreto, a las más de 1.500 familias que reciben el Ingreso Mínima Vital o cuentan con la Tarjeta Familias.
La aplicación de esta metodología ha evidenciado ganancias en los hogares participantes, que podrían contribuir a que la precariedad económica y la inestabilidad laboral no conlleve un deterioro de las funciones parentales y patrones de exclusión social, según recoge el Ayuntamiento en un comunicado.
Por ello, el delegado ha reforzado el compromiso del Consistorio con unos Servicios Sociales «que prioricen una intervención preventiva y comunitaria desde una perspectiva de innovación».
«Nuestra apuesta por la innovación social es clara y proyectos como este nos sirven como guía para satisfacer necesidades no cubiertas, para implementar nuevas soluciones a desafíos sociales y para generar un impacto positivo en la sociedad», ha destacado Fernández en el acto.
FAMILIAS CON HIJOS MENORES DE OCHO AÑOS Por su carácter experimental, el programa se ha abordado desde la hipótesis científica de que el apoyo a la conciliación y a la crianza de los hijos permitiría a las familias perceptoras de ayudas económicas públicas evitar la dependencia de estos subsidios y recuperar su autonomía a través del empleo.
Para comprobarlo, el Consistorio madrileño realizó entre enero y octubre de 2023 tres itinerarios de actuación práctica con 1.525 unidades familiares vulnerables con hijos a cargo menores de 8 años residentes en la ciudad de Madrid.
El primer grupo solo recibió intervención sociolaboral de la Agencia para el Empleo, consistente en formación tutorizada en competencias básicas y digitales para favorecer el acceso al mercado laboral.
Al segundo grupo, formado por 500 familias, se les concedió esa misma orientación laboral y un descargo familiar adicional consistente en 40 horas de ayuda en el cuidado de hijos menores mediante el programa ‘Respira’.
Por su parte, a un tercer grupo de 511 familias se les proporcionó la formación para el empleo y, además, apoyo psicoeducativo para fomentar la parentalidad positiva a través de ‘Crecer Felices en Familia II’, iniciativa conjunta de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y de la Universidad de La Laguna.
La población participante presenta un perfil mayoritario de mujer, de en torno a los 38 años, migrante procedente de países hispanoamericanos, con nivel educativo medio-bajo y con una media de dos hijos a cargo.
La mayoría se encuentra en situación de desempleo o con contrato temporal, tienen vinculación con los Servicios Sociales y reciben ayudas públicas. En concreto, el 41% perciben el Ingreso Mínimo Vital, el 40% la Tarjeta Familias del Ayuntamiento de Madrid, el 2% la Renta Mínima de Inserción y el 17% restante otras medidas de apoyo económico.
Para dar respuesta a su situación, el proyecto CINTRAS se dotó de un equipo multidisciplinar de 64 profesionales compuesto por educadores sociales, trabajadores sociales, psicólogos, personal administrativo, técnicos de gestión, de información y jurídicos.
CLIMA FAMILIAR Y REDUCCIÓN DEL ESTRÉS
Técnicos académicos de ambos centros universitarios han evaluado los resultados. Estos profesionales han constatado una menor percepción de precariedad económica que se relaciona con el aprendizaje obtenido en el entrenamiento de las estrategias de inserción laboral facilitadas por la Agencia para el Empleo del Ayuntamiento.
Asimismo, se aprecian ciertas mejoras en el clima familiar y reducción del estrés parental que han provocado, en consecuencia, beneficios en el comportamiento de los hijos gracias a las medidas de conciliación proporcionadas por el programa ‘Respira’ del Servicio de Conciliación y de Apoyo a Familias con Menores (SERCAF) del Consistorio madrileño.
Por su parte, el programa ‘Crecer Felices en Familia II’ ha supuesto que los padres desarrollen una mayor capacidad de empatía hacia los hijos, un incremento de la satisfacción con ese rol parental y una mayor disposición para adaptarse a los posibles cambios.
Esto, además, se une a una mayor actitud de los progenitores contra el castigo físico a la conclusión del curso, que puede interpretarse como un avance en la prevención del maltrato infantil.
Este patrón se ha confirmado también en el programa ‘Respira’, lo cual indica que ambas políticas podrían ser objeto de uso combinado para reforzar su efectividad, una vez han demostrado que añaden un valor adicional significativo a la formación sociolaboral en exclusiva.
Estas familias han recibido una intervención temprana complementaria a otros recursos que pone a su disposición los Servicios Sociales municipales, que se ha adecuado a las necesidades de sus perfiles emergentes de riesgo, y con la intervención realizada se ha contribuida a generar espacios efectivos de fortalecimiento, reflexión, acompañamiento y apoyo a las familias.
En esta atención centrada en la persona se asienta el nuevo modelo de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, aprobado el pasado mandato por unanimidad de todos los grupos municipales que en los próximos meses se concretará en el Plan Estratégico de Servicios Sociales 2024-2027.
EUROPA PRESS