La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha acogido en este 2023 el testimonio de 155 personas en las oficinas de protección a menores de las diferentes diócesis que habían sufrido abusos desde los años 40 hasta la actualidad, lo que eleva la cifra a casi 900 desde que se pusieron en marcha estos procedimientos hace tres años.
Así lo ha avanzado el secretario general y portavoz de la CEE, Francisco César García Magán, quien ha reconocido que en estos casos se está yendo «más lento» de lo deseado por la propia institución, si bien se trata de «un tema de tal calado» que requiere «tratarlo todo» y la propia Conferencia tiene sus «dinámicas de trabajo».
«Las asambleas son cuando son y todos están de acuerdo en el tema de la acogida a la víctima y en su reparación integral. Lo estamos pergeñando para hacer el trabajo mejor, había que llevarlo en la plenaria y ha habido un diálogo y aportación importante que ahora se va a recoger», ha remarcado en una rueda de prensa durante la celebración todavía de la Asamblea Plenaria que ha comenzado esta semana.
De esta manera, las oficinas para la protección de menores puestas en marcha por la Iglesia española en los dos primeros años han recibido 728 acogidas de testimonio, lo que sumados a estas 155 del año 2023 suponen ya un total de 883 en un informe que se irá actualizando cada año.
El informe de 2023 también revela que se ha duplicado el número de personas que han recibido formación para la prevención de abusos –250.000 en total, entre ellas 180.000 niños y adolescentes, cerca de 30.000 profesores, 22.000 padres y madres, 8.000 sacerdotes y consagrados y 8.200 monitores–.
MÁS DE LA MITAD DE SEMINARISTAS HAB RECIBIDO FORMACIÓN
Además, el documento indica que más de la mitad de los seminaristas españoles han recibido formación sobre esta cuestión. Preguntado al respecto de esta cifra, García Magán ha defendido ver «el vaso medio lleno», porque «los medios humanos son lo que son» y ha pedido fijarse «en el hecho más que en las cifras». «No podemos dar formación de golpe a un millón de personas», ha remarcado.
García Magán ha reivindicado la «actitud de apertura» mostrada por la Iglesia española ante estos casos y avanza que «así va a seguir siendo». Por su parte, monseñor Jesús Rodríguez Torrente, coordinador del servicio de coordinación y asesoramiento de las oficinas de protección de menores de la CEE, ha defendido la publicación de informes anuales «vivos» que vayan incorporando nuevos datos según van llegando.
«Se incorporan los datos en la medida que llegan y por eso, en diciembre pasado faltaban datos de congregaciones que se han ido incorporando y habrá muchas correcciones de todo tipo. Todos los que trabajamos con informes de abusos, como ocurre también con el Defensor del Pueblo, nos vemos sometidos a muchos datos y en eso no está el problema ni nos podemos cansar en ir incorporando cada vez mas datos y en ese esfuerzo no nos podemos cansar: es un primer paso, relevante y necesario», ha indicado.
EUROPA PRESS