Las solicitudes de atención desde Atención Primaria desde la pandemia se han incrementado un 70% en el Clínico
MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) –
La Comunidad ha inaugurado este martes el Hospital de Día de Psiquiatría Infantil y Centro Educativo Terapéutico (CET), un recurso dependiente del Hospital Clínico San Carlos que cuenta con 20 plazas para prestar atención integral a menores de entre 6 y 12 años con trastorno mental grave.
Este nuevo recurso, ubicado en el Centro de Especialidades Modesto Lafuente, dará servicio también a los usuarios de los complejos de Puerta de Hierro-Majadahonda, General de Villalba, El Escorial y Fundación Jiménez Díaz. Ofrecerá una atención integral para tratar sus patologías como trastornos generalizados y específicos del desarrollo; de la esfera psicótica o afectivos; de conducta; otros mentales graves de aparición en este grupo de edad o esquizofrenia.
El recinto tiene capacidad para 20 niños, que serán asistidos en régimen ambulatorio (en horario de lunes a viernes de 9 a 14.30 horas), y será atendido por un equipo multidisciplinar compuesto por expertos en Psiquiatría, Psicología Clínica, Enfermería especializada en Salud Mental y Terapia Ocupacional en el ámbito sanitario. Estos últimos trabajarán junto a un equipo docente de la Consejería de Educación, para garantizar el proceso formativo de los menores que necesitan un tratamiento terapéutico intensivo, de varios meses de duración, todo ello con el objetivo de que puedan recuperar la actividad en su entorno habitual de forma normalizada.
«El trabajo está organizado en la mitad de la mañana en el centro educativo terapéutico y la otra mitad de la mañana está organizada en terapias. La mayor parte de las intervenciones son grupales, pero también se van a desarrollar tratamientos individuales y familiares», ha explicado María Valeria Costarelli, psiquiatra infantil de la unidad.
El conjunto de intervenciones se han diseñado en función de dos tramos etarios, de 6 a 9 y de 10 a 12 años. Éstas incluyen, por ejemplo, terapias de juego, tareas narrativas, otras dinámicas para facilitar el control de emocional y las habilidades comunicativas de los pequeños, y musicoterapia.
«La previsión de estancia en este dispositivo, un dispositivo de tercer nivel, es entre 6 a 12 meses, porque son niños con patología muy muy severa», ha explicado la psiquiatra, que ha indicado que las más frecuentes son los trastornos del desarrollo, trastornos psicóticos, trastornos afectivos y conductuales o problemas alimentarios.
«Lo que más destaca es que son niños que ya están en intervención en sus hospitales de referencia o en sus centros de salud mental, pero por la patología, la gravedad de la patología que tienen, no se les puede contener en el medio escolar y requieren de un dispositivo como este que integra lo escolar y lo sanitario», ha añadido.
Este recurso también supone una ayuda para las familias. «Que abran este tipo de hospitales de día es maravilloso», ha indicado Pilar Galdón, madre de un niño con TEA. «Todo lo que sea ampliar el apoyo a los niños siempre es nueno», ha resaltado.
INCREMENTO DE SOLICITUDES
La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ha acudido este martes a la inauguración de este recurso, el cuarto de estas características en la región –Pradera de San Isidro, dependiente del Hospital 12 de Octubre, y Norte en la capital y José Germain en Leganés–.
«Desde luego, la prevalencia de enfermedades mentales graves ha aumentado en todos los grupos etarios y yo creo que en el infanto juvenil son las personas más afectadas, que son las que tratan en él», ha relatado la consejera. En el caso concreto del Hospital Clínico San Carlos, se han incrementado en torno al 70% las solicitudes de atención desde Atención Primaria desde la pandemia.
En este sentido, ha recalcado que el centro abarca «toda la necesidad terapéutica que tienen los niños y los familiares». «El equipo está compuesto por expertos en Psiquiatría, Psicología Clínica, Enfermería especializada en Salud Mental y Terapia Ocupacional en el ámbito sanitario. Estos últimos trabajan junto a un equipo docente de la Consejería de Educación, para garantizar el proceso formativo de los menores que necesitan un tratamiento terapéutico intensivo, de varios meses de duración. Esto contribuye a que puedan recuperar la actividad en su entorno habitual de forma normalizada», ha subrayado.
En este sentido, Matute ha recordado la apuesta de la Comunidad de Madrid por la salud mental, una de las prioridades de la Consejería, «igual que la salud física». Así, con la puesta en marcha de este nuevo dispositivo, son cerca de 700 los profesionales de Salud Mental que la Comunidad de Madrid ha incorporado a los distintos niveles asistenciales desde el año 2018, a través de los planes de Salud Mental y Adicciones.
SEIS CENTROS PARA ADOLESCENTES
Además de los hospitales de día con CET para los pacientes de 6 a 12 años, la sanidad pública madrileña dispone de otros seis de las mismas características destinados a los adolescentes (12-17 años). Estos últimos están ubicados en el Hospital de Getafe; el José Germain; el Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares; y, en la capital, en el Infanta Leonor, además de los antes mencionados Pradera de San Isidro y Norte.
Por otra parte, la Administración regional dispone, dentro de la red Asistencial de Salud Mental infanto juvenil, con unidades de hospitalización en el Niño Jesús, Gregorio Marañón, Puerta de Hierro Majadahonda y 12 de Octubre. Asimismo, cuenta con específicos para púberes en La Paz, Getafe y Clínico San Carlos.
El proceso asistencial comienza con la evaluación del paciente, una vez es derivado desde el centro de salud mental. Así, se le realiza una exploración psicopatológica donde se define un plan individualizado de tratamiento, que será acordado con el menor y su familia, ya que la participación de los padres es fundamental en el proceso de curación.
Posteriormente se reevalúa el plan definido inicialmente para el enfermo y, una vez cumplidos los objetivos terapéuticos, se inicia una fase progresiva de reincorporación a su centro escolar, manteniéndose en todo momento la integración en su entorno familiar y social.