La directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, Elena Andradas, ha explicado este lunes que la Comunidad de Madrid revisa actualmente una decena de enfermedades para su posible incorporación al programa de cribado neonatal de la Consejería de Sanidad de cara a 2024-206.
Así lo ha indicado en su comparecencia en la Comisión de Sanidad de la Asamblea a preguntas de la diputada Belén González Moreno de Vox, que ha subrayado la «apuesta de máximos» por este programa de prevención de otros países y ha subrayado que la Comunidad está por debajo de otras regiones en la cobertura de enfermedades (siete en la cartera común de servicios asistenciales del Sistema Nacional de Salud).
En la Comunidad de Madrid, actualmente el programa realiza el cribado de 21 enfermedades. Además, se han incorporado al programa dos proyectos piloto para el cribado de dos enfermedades más: la atrofia muscular espinal y la inmunodeficiencia combinada grave, cuya detección se ofrece a todos los recién nacidos junto con el cribado del resto de enfermedades incluidas en el programa.
Se trata de un proceso que debe realizarse contrarreloj para garantizar que los recién nacidos que padecen alguna de las enfermedades estudiadas cuenten con un tratamiento a la mayor brevedad posible, generalmente en los primeros 15 días de vida, y evitar así que aparezcan los síntomas clínicos de estas patologías que conllevan graves daños y discapacidad.
La directora general de Salud Pública ha subrayado que en la Comunidad se trabaja sobre dos pilares fundamentales, «la mejora continua del programa de cribado neonatal y la incorporación progresiva de enfermedades».
En este sentido, ha recordado que en 2022 se realizó una inversión de más de 700.000 euros en el laboratorio de cribado neonatal, que permitió la renovación de espacios y la incorporación de nuevas técnicas y, por tanto, el cribado de nuevas enfermedades. Además, a nivel operativo se ha mejorado el tiempo de respuesta reforzando la recogida de muestras con un transporte diario siete días a la semana en las 42 maternidades públicas y privadas de la Comunidad de Madrid.
«Los resultados provisionales del programa de 2023 arrojan un resultado de manera que más del 98% de los recién nacidos tuvieron el resultado del cribado neonatal antes de los diez primeros días de vida», ha resaltado.
Además, ha explicado, se ha procedido a la actualización de las unidades de referencia del programa de enfermedades endocrino metabólicas de la Comunidad y se trabaja para acercar el programa a los ciudadanos con medidas como la incorporación de la información de los resultados de la prueba del talón directamente en la tarjeta sanitaria virtual, para así evitar el hecho de tener que enviar las cartas por correo postal con los resultados o el envío de SMS.
Actualmente, ha indicado, se está revisando 10 nuevas enfermedades «para determinar aquellas en las que el cribado suponga un beneficio claro para la salud del recién nacido». «Así definiremos las próximas enfermedades que vamos a incorporar en el programa en la Comunidad de Madrid desde el año 2024 al año 2026», ha concretado.
En la misma línea, ha explicado que la Dirección General de Salud Pública trabaja con la unidad de terapias avanzadas «de manera que según se vaya avanzando y aprobando nuevas terapias para enfermedades que puedan ser objeto de cribado neonatal» se puedan poner en marcha «proyectos piloto al estilo de la atrofia muscular espinal».
De hecho, el Laboratorio de Cribado Neonatal de la Dirección General de Salud Pública, ubicado en las instalaciones del Hospital Gregorio Marañón, detectó recientemente el primer caso de atrofia muscular espinal (AME) tipo 1 en un recién nacido en la Comunidad, que recibió un tratamiento de terapia avanzada el Hospital de La Paz que, con un coste de un millón de euros, sufraga la sanidad pública madrileña.
La atrofia muscular espinal es una enfermedad neurodegenerativa poco frecuente que afecta a uno de cada 10.000 recién nacidos, causada por una falta de proteína debido a genes defectuosos, y en este caso ha sido posible su detección temprana en fase asintomática mediante la ‘prueba del talón’ que se realiza a los bebés.
«Nuestro objetivo es seguir ampliando el programa de cribado neonatal siempre y cuando tengamos evidencias del beneficio para los recién nacidos y las familias porque lo que queremos es detectar de forma asintomática posibles patologías y tratar de la forma adecuada para mejorar la calidad de vida de los niños», ha zanjado Elena Andradas.
EUROPA PRESS