Un acusado de un doble crimen ocurrido hace dos décadas en un ‘after’ de Fuenlabrada ha apuntado en el juicio al portero del local como el autor de los disparos que acabaron con la vida de dos hombres de 34 y 31 años, cuyos cadáveres se hallaron catorce días después en un arroyo de la localidad toledana de Yeles.
El juicio contra Richard W., de nacionalidad dominicana, ha arrancado esta mañana con la declaración exculpatoria del procesado, quien ha negado los dos delitos de asesinato que se le atribuyen y por el que se enfrenta a veinte años de cárcel por cada uno.
La vista se celebra veintidós años después de los hechos debido a que el procesado estuvo hasta 2022 huido de la Justicia. En enero de ese año, ingresó en la prisión de Valdemoro.
El portero al que se refiere el procesado y otra persona ya fueron juzgados en 2007 por un juzgado de Móstoles y condenados por un delito de encubrimiento, según se ha podido conocer en la vista oral.
En su declaración, el procesado ha relatado que en esa época regentaba un ‘after’ y que esa noche cuando llegaron las víctimas, el local estaba cerrado pero éstos insistieron en entrar. El acusado y otros empleados ya habían tenido rencillas con los fallecidos desde hace tiempo.
Ese día, la víctima habría amenazado al acusado con «te voy a mandar a tu país maquillado», lo que interpretó como que le quería matar. En esos momentos, según ha dicho, el portero le disparó.
En el escrito de acusación, el fiscal detalla que el acusado en septiembre de 2002 regentaba el Pub Anaisa, situado en la Avenida de las Provincias de la localidad de Fuenlabrada.
Entre las 17.30 y las 18 horas del 18 de septiembre, aproximadamente, J. M. T. G., alias Jaro, y M. Á. C. H., alias Gorin, acudieron al Pub Anaisa, en cuyo interior se encontraban tanto R. W. como R. M., alias Joaquín, y V. M. D. G. .
Una vez en el interior del establecimiento, mientras tomaban unas consumiciones, J. M. y M. Á. mantuvieron una discusión con el acusado en el transcurso éste, con ánimo de acabar con la vida de ambos, sacó un arma de fuego del calibre 44, de características y marca desconocida, disparando tanto a M. Á., alias Gorin, como a J. M., alias Jaro, a una distancia aproximada de metro o metro y medio.
Los tiros provocando a ambos la muerte instantánea como consecuencia de la fractura de la base del cráneo y el neumotórax que les fueron ocasionados por las heridas de bala.
Los cuerpos aparecieron catorce días después en la localidad toledana de Yeles, a unos 25 kilómetros de Fuenlabrada. Richard estuvo fugado de la justicia española desde el inicio de la investigación, teniendo que ser objeto de extradición desde República Dominicana, encontrándose en situación de prisión provisional desde el 21 de enero de 2022.
EUROPA PRESS
