MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) –
Satse Madrid ha convocado el 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, en el Hospital Universitario de La Paz una concentración para trasladar su «hartazgo» ante la situación de «discriminación» que sufre la profesión enfermera «a pesar de ser la gran fuerza laboral y profesional del sistema sanitario».
En un comunicado, el sindicato de Enfermería ha recordado que este colectivo, en el que el 85% son mujeres, «siguen excluidas de la toma de decisiones a pesar del avance conseguido en convenios, legislaciones y normativas». «La concentración de poder en manos de élites y la exclusión de la mujer de muchos órganos de toma de decisión da lugar a que se prescinda de sus aportaciones y contribuciones», ha lamentado.
En este sentido, desde el sindicato han llamado a concentrarse en el Hospital de La Paz a partir de las 11 horas del 8M para exigir «respecto profesional, denunciar «el claro desinterés» de las administraciones públicas «por acabar con una falta de reconocimiento motivada por la infravaloración histórica hacia la mujer y los cuidados» y exigir «un cambio real que permita el crecimiento y reconocimiento del papel que juegan» las enfermeras en el Sistema Nacional de Salud.
Tras poner en valor el importante papel que jugó estos profesionales durante la pandemia, desde la organización sindical han insistido en que las enfermeras «siguen relegadas a un papel secundario en el diseño de políticas sanitarias, exclusivamente por el hecho de ser mujeres y enfermeras».
«Las distintas administraciones deberían hacer más, reconociendo por ejemplo que las enfermeras están altamente cualificadas para la generación de políticas reformistas en el sistema sanitario y teniendo en cuenta la perspectiva enfermera en las aportaciones que se hacen», han denunciado desde Satse.
En este sentido, el sindicato ha denunciado los «techos de cristal» que sufren las enfermeras para avanzar al considerar «algunos estamentos» que «los cuidados son ‘poco importantes’ al ser desempeñados mayoritariamente por mujeres» y «sin tener en cuenta que hay profesionales altamente cualificadas que podrían ocupar cargos de gran relevancia y que no pueden hacerlo».
«Los patrones culturales, donde la mayoría de la sociedad considera que los cuidados deben ser realizados casi exclusivamente por mujeres, restan valor a la tarea que realizan estas profesionales sanitarias», ha alegado el sindicato, que recuerda que el Índice de Normas Sociales de Género 2023 recoge que 9 de cada 10 hombres y mujeres tienen prejuicios fundamentales contra las mujeres, siendo éste un problema global que afecta a todas las regiones del mundo, independientemente del nivel de desarrollo alcanzado, así como el nivel de ingresos, desarrollo o cultura.
«La profesión, desde sus inicios, ha estado muy marcada por las consideraciones de género, lo que ha condicionado su desarrollo y crecimiento profesional. En la actualidad, aunque se deberían haber superado los roles sexistas, se sigue marginando a estas profesionales, afirman desde el Sindicato», ha argumentado el sindicato.
NUEVA CLASIFICACIÓN PROFESIONAL
Entre otras demandas, también se reclamarán una nueva clasificación profesional acorde con la ordenación actual de los títulos universitarios, el desarrollo competencial experimentado por la profesión en los últimos años y la evolución social.
En concreto, se pedirá al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que coordine los distintos ministerios implicados en la reforma del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP), una ley, ha apuntado, «que discrimina, en la actualidad, a esta profesión»
«Las enfermeras exigen un trato equitativo con otras profesiones de igual nivel, el Grado, que les permita oportunidades de crecimiento profesional, el reconocimiento de sus competencias, conocimientos y capacidad de liderazgo, la participación en la toma de decisiones y una retribución salarial justa», ha indicado.
También se pondrá el foco en el hecho de que las enfermeras se enfrentan a otras «discriminaciones» entre las que el sindicato cita «la falta de reconocimiento a la dureza de su condiciones y riesgos laborales, lo que les impide poder acceder a la jubilación anticipada voluntaria; sufrir estereotipos sexistas; un mayor número de agresiones físicas y verbales y dificultades de conciliación».
En este marco, Satse Madrid ha subrayado que las administraciones públicas «no han tenido interés en resolver la situación de las enfermeras» ya que «la influencia del género en la profesión enfermera ha provocado su falta de reconocimiento social, al estar asimilados de forma simbólica los cuidados enfermeros a cualidades intrínsicamente femeninas».